domingo, 2 de junio de 2024
Editorial Inmobiliaria

UNA HISTORIA INMOBILIARIA

“¡Cuando venda mi casa haré una fiesta!”

Llevaba meses vendiendo mi casa, había encontrado un comprador, era viernes, 13 de marzo de 2020, el día que nos confinaron por COVID. Mi venta se cayó y con ella yo también, caí en un profundo desazón .

Quería vender mi casa porque ya no iba a vivir más en ella y no tenía ningún sentido tenerla cerrada.

Durante los meses del confinamiento seguí pagando mi hipoteca, con la presión y la incertidumbre de la situación que vivía el mundo entero. Aquella casa me pesaba más que nunca.

Mi preocupación era quitármela de encima cuanto antes, “Sí, haré una súper fiesta cuando consiga venderla”

Terminó el confinamiento y yo tenía en venta una casa independiente con un gran jardín, ahora se había convertido en algo deseado y muy buscado, se vendió prácticamente al terminar el confinamiento. ¡No podía creerlo! ¡Qué alegría! ¡Lo había conseguido! Contra todo pronóstico.

Llegó el día de la Notaría, entregué las llaves a su nueva familia y sin tener que prensarlo les dije:” Que seáis tan felices en ella como lo he sido yo” y rompí a llorar.

No hice ninguna fiesta. No tenía ganas. Me sentía profundamente agradecida y a la vez infinitamente triste. Esa casa había sido parte de mi vida, ¡Casi 20 años! Conocía mis lágrimas y mis momentos felices. Era un adiós a una etapa de mi vida que ansiaba cerrar para comenzar otra y aún en esa alegría del nuevo comienzo estaba la tristeza de la despedida.

No es fácil de comprender si no te has visto en esa situación.


La venta de una casa no es algo frívolo, es parte de nuestra vida. Significa mucho más de lo que pueda parecer a priori.

Es una etapa que se cierra, un adiós a una parte de nuestra vida. Es a la vez, una etapa que comienza, una nueva ilusión, un proyecto de vida, un objetivo conseguido.

Y desde ese punto os queremos acompañar. Para que lloréis cuando esas lágrimas se escapan, sin sentiros incómodos, para que celebréis esa etapa que vais a comenzar. Nosotros estamos también ahí, acompañándoos, haciendo que ese paso del camino sea más sencillo, más bonito.


Cuando alguien me dice que tengo este trabajo por dinero, “porque se gana mucho”, suelo pensar para mí: “No has entendido nada” y termino respondiendo: “déjame que te cuente”.

Loli Alcarria

Gracia Real Estate